Las causas más comunes de fallas en la carrocería son los golpes de otros vehículos, máquinas o estructuras, pero además existen condiciones normales de manejo como caídas en huecos o golpes en la vereda, piedras que saltan por debajo del auto y pueden provocar rasguños o daños a otras piezas.
Las fallas menores aparecen debido a un cuidado inadecuado, por ejemplo limpiar la suciedad seca con un paño seco o rozar el auto con ropa o joyas. Pero de no corregirlas con prontitud se acelera el proceso de oxidación y puede alcanzar un punto irreversible que requerirá arreglos mayores.